América Latina apuesta por la conectividad privada para mantener en marcha sus puertos y fábricas

Redacción

En los puertos de México, las minas del norte de Chile o las plataformas energéticas de Brasil, una revolución silenciosa está redefiniendo el costo de la productividad. No se trata de un nuevo tipo de maquinaria ni de un avance en automatización. Se trata de conectividad.

En un continente donde la competitividad industrial depende cada vez más de la precisión de sus datos, la interrupción de la comunicación entre máquinas —las llamadas Tecnologías Operativas, u OT— puede convertirse en una amenaza millonaria. En sectores como la minería, la energía o la manufactura, un solo minuto de desconexión puede significar el paro total de operaciones.

Para atender esa urgencia, la empresa OSC Top Solutions Group, integrador tecnológico con presencia en 16 países, ha desplegado una red privada 4G LTE de propiedad exclusiva en uno de los puertos más grandes de México y de América Latina. La red cubre las 400 hectáreas del complejo industrial y asegura que cada sensor, grúa y lector de código funcione sin interrupciones.

“En un puerto, la conectividad no es un lujo; es la base de toda la operación”, explica Andrés Gallego Garzón, Chief Commercial & Marketing Officer de OSC Top Solutions Group. “Extrapole el problema de una oficina sin Wi-Fi a un puerto de cientos de hectáreas. La única solución viable es una red privada LTE. De eso depende que los barcos sigan entrando y las grúas no se detengan.”

Un cambio de paradigma

La vulnerabilidad de las tecnologías operativas ha convertido la conectividad en un factor estratégico de competitividad. A diferencia de las redes de Internet tradicionales, que priorizan la transmisión de información entre personas, las redes privadas industriales están diseñadas para conectar máquinas críticas con una confiabilidad absoluta.

De acuerdo con la Superintendencia de Telecomunicaciones (SUTEL) de Costa Rica, el país contaba en 2024 con 177 operadores y proveedores de servicios, lo que refleja un ecosistema en plena expansión y usuarios más exigentes. Ese mismo año, la red de fibra óptica nacional creció un 6,3%, alcanzando más de 112.000 kilómetros de infraestructura.

Sin embargo, incluso con esos avances, los sectores que operan en zonas industriales o portuarias enfrentan una realidad distinta. En esos entornos, una red pública no siempre garantiza la continuidad que requieren los sistemas automatizados, el control de inventarios o la seguridad de la carga.

Por eso, cada vez más compañías latinoamericanas están recurriendo a redes privadas LTE o 5G para blindar sus operaciones críticas.

La economía de la continuidad

Las cifras que reporta OSC Top Solutions Group tras implementar estas redes son contundentes. Según la empresa, el 87% de las organizaciones recupera su inversión en menos de un año, gracias a la reducción de paros operativos y la optimización de procesos.

En paralelo, el 78% registra una caída significativa en los costos operativos, con márgenes de ahorro de entre 5% y 15%. En términos de seguridad, el 62% de las compañías que han adoptado esta tecnología reporta menos incidentes laborales o fallas de operación, mientras que el 94% afirma haber reducido su huella de carbono, en algunos casos más de un 20%.

Gallego Garzón asegura que el verdadero impacto de estas redes no se mide solo en eficiencia, sino en resiliencia. “Una falla de red en un puerto no afecta un correo electrónico, afecta un radar, una grúa o una línea de carga. Ese minuto puede costar millones. Por eso decimos que la continuidad es la nueva ventaja competitiva.”

De México al resto del continente

La experiencia mexicana ha servido como modelo para otros países de la región que buscan modernizar su infraestructura portuaria y energética. Con aliados tecnológicos como Nokia, OSC Top Solutions Group lidera el despliegue de redes privadas en América Latina, consolidándose como uno de los principales integradores en entornos de misión crítica.

En un contexto global de automatización acelerada, la conectividad dejó de ser un gasto de soporte para convertirse en la columna vertebral de la eficiencia industrial. Estas redes privadas no solo reducen los costos por inactividad, sino que preparan a las industrias para la integración total del Internet de las Cosas (IoT) y los sistemas de inteligencia artificial en tiempo real.

“Lo que estamos viendo”, dice Gallego, “es el inicio de una nueva ola industrial para América Latina. La próxima revolución no será mecánica, será inalámbrica.”

Un nuevo estándar para la región

Con más de 28 años de experiencia, OSC Top Solutions Group combina su conocimiento en telecomunicaciones y digitalización industrial para acompañar a empresas en su transición hacia modelos más automatizados, sostenibles y rentables. Con operaciones en sectores como energía, puertos y manufactura, la compañía se ha convertido en sinónimo de continuidad operativa en entornos donde detenerse simplemente no es una opción.

En una región donde las interrupciones cuestan millones y la conectividad define la productividad, América Latina comienza a entender que el futuro de su competitividad depende de una señal que nunca puede fallar.

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