Redacción
37 familias del cantón de Parrita, en Puntarenas, vieron hecho realidad su sueño de adquirir una vivienda propia, gracias al proyecto Amapolas, ubicado en la comunidad de Las Lomas. Este se financió con recursos del bono y representan una alternativa para dejar atrás el hacinamiento, alquileres y situaciones de riesgo.
El proyecto Amapolas, con una inversión de ¢825 millones provenientes del Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf), es resultado de la solidaridad del pueblo costarricense y la articulación interinstitucional. El Banco Hipotecario de la Vivienda (BANHVI) supervisó y calificó a las familias a través de ASEDEMASA, entidad autorizada del Sistema Financiero Nacional para la Vivienda. Las obras estuvieron a cargo del consorcio Ventanales e instalaciones nacionales VINSA – Las Rosas de Pocosol.
En la entrega fue realizada por el viceministro de Vivienda y Asentamientos Humanos, José David Rodríguez Morera, quien expresó su deseo de que las familias disfruten de sus nuevas casas, especialmente en la temporada de Navidad. Además, destacó el interés del BANHVI de construir casas cerca de centros de población para mejorar la calidad de vida y contribuir al ascenso social de las familias.
El proyecto Amapolas está ubicado cerca del centro principal de Parrita, lo que brinda a las familias acceso a servicios esenciales como transporte público, centros educativos, servicios de salud, entidades financieras y áreas recreativas. Las viviendas cuentan con infraestructuras como electricidad suministrada por el ICE, agua potable a cargo de AyA, área de juegos infantiles, calles asfaltadas, aceras y cordón de caño para evacuación de aguas pluviales.
Jorge Gamboa Elizondo, uno de los beneficiarios, expresó su felicidad por lograr una vivienda para su familia y agradeció el respaldo de las instituciones del Estado y de ASEDEMASA. Las viviendas, construidas con el sistema prefabricado de columnas y baldosas horizontales, ofrecen espacios continuos de sala-comedor-cocina, baño, área de pilas y dos o tres dormitorios, con adaptaciones especiales para personas adultas mayores.
Este proyecto no solo representa la concreción de un sueño para las familias beneficiarias, sino también el compromiso del Estado y diversas entidades para brindar soluciones habitacionales a sectores vulnerables y mejorar su calidad de vida.
