Tribunal costarricense ordena investigar presunto caso de abuso infantil con implicaciones internacionales

Dos niñas británicas alegan abusos por parte de la pareja sentimental de la madre. Esta a su vez, acusa al padre de las menores de secuestro, quien se defiende al alegar que está protegiendo a sus hijas

Foto con fines ilustrativos.

Redacción

El Juzgado de Familia Contra la Violencia y Protección Cautelar de Nicoya, en la provincia de Guanacaste, ordenó al Patronato Nacional de la Infancia (PANI) iniciar una investigación urgente sobre presuntos abusos físicos y emocionales contra dos niñas de 4 y 6 años, ocurridos mientras vivían en el Reino Unido junto a su madre y la pareja de esta.

La resolución, emitida el 2 de septiembre bajo el expediente 2025000496, declaró que el tribunal no posee jurisdicción para juzgar los hechos, pero determinó que existían suficientes indicios de riesgo para las menores, por lo que ordenó la intervención inmediata de las autoridades de protección infantil de Costa Rica.

Actualmente, las niñas residen en Nicoya bajo el cuidado de su padre biológico, Jan Velich, quien presentó ante el tribunal informes psicológicos que documentan los presuntos abusos. Sin embargo, la madre de las menores de apellido Flintoff, ha interpuesto una acusación de secuestro contra Velich en medio de un proceso que podría escalar a instancias internacionales.

Declaraciones impactantes y evidencia psicológica

El caso tomó relevancia tras las sesiones realizadas con la psicóloga Monserrat Cordero Carmiol el 31 de julio, 19 y 26 de agosto del año en curso, cuyos informes fueron presentados como evidencia ante el tribunal. En dichas entrevistas, las niñas relataron que habrían sido golpeadas con objetos, insultadas y, en un episodio particularmente alarmante, una de ellas habría sufrido un intento de ahogamiento.

Eva, la menor, aseguró que la pareja de su madre “siempre es malo con nosotras”, mientras que su hermana Marie, declaró que “mamá no hace nada, ella lo permite”. Los testimonios, respaldados por los informes psicológicos, llevaron al tribunal a considerar que las menores podrían estar expuestas a un entorno de violencia y negligencia.

La posición del padre y la acusación de secuestro

Velich, quien reside en Nicoya, insiste en que su actuación se realizó dentro del marco legal costarricense y que su prioridad ha sido proteger a sus hijas. Presentó pruebas, entrevistas y testimonios ante el tribunal, que, tras analizarlos, remitió el caso a la autoridad nacional de protección infantil.

“No huí. No me tomé la ley por mi cuenta. Presenté una solicitud legal, aporté pruebas e informes. Un juez lo revisó y envió el caso a las autoridades de protección infantil de Costa Rica. Esto no es un secuestro. Esto es lo que cualquier padre haría para proteger a sus hijas”, declaró Velich a la salida de la audiencia.

La madre de las niñas, por su parte, sostiene que Velich trasladó a las menores sin su consentimiento y reclama su retorno al Reino Unido, donde ambas residían hasta hace pocos meses. La disputa podría activar mecanismos internacionales de cooperación, como el Convenio de La Haya sobre sustracción internacional de menores.

El documento firmado en 1980 por más de 100 países, incluidos Costa Rica y el Reino Unido, se erige como un instrumento jurídico en el cual se establece que todo menor trasladado ilícitamente de su país de residencia habitual debe ser restituido sin demora, salvo que existan riesgos graves para su bienestar físico o emocional. Más que un mecanismo de repatriación, el Convenio busca preservar el equilibrio entre el derecho de los padres y el interés superior del niño, evitando que las fronteras se conviertan en refugios para disputas familiares no resueltas.

La decisión judicial y la intervención del PANI

En el expediente 25-000783-0870-VD, la jueza María José Herrera reconoció que “los hechos implican posible negligencia y abuso por parte de la madre y su pareja” y concluyó que, aunque el tribunal carece de jurisdicción para juzgar los hechos ocurridos en el Reino Unido, el PANI debe asumir el caso de forma inmediata y brindar protección urgente a las menores.

El tribunal también advirtió que, en caso de retornar al Reino Unido bajo el cuidado de su madre, las niñas podrían enfrentar un “grave riesgo”, lo que refuerza la necesidad de mantenerlas bajo resguardo mientras avanza la investigación.

Un caso con posibles repercusiones internacionales

La disputa sobre la custodia y la protección de las menores podría escalar a un conflicto diplomático si las autoridades británicas reclaman su retorno. El fallo del tribunal costarricense no descarta que el Reino Unido solicite colaboración a través de la Cancillería o de organismos internacionales, lo que podría derivar en un proceso legal binacional.

Por ahora, el PANI deberá elaborar un informe técnico que determine el nivel de riesgo de las menores y definir las medidas de protección necesarias. Mientras tanto, el padre mantiene la custodia provisional y el caso permanece bajo observación del sistema judicial costarricense.

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